Magdalenas de naranja

En casa nos gustan mucho con naranja, ese saborcito es único, pero si no te apetece añadir el zumo, o simplemente no tienes, puedes cambiarlo por la misma cantidad de leche entera o de nata, y en lugar de la ralladura de naranja poner de limón. También quedan estupendas!.

Si te apetece añadirle pepitas de chocolate, enharínalas ligeramente, y mézclalas con la masa, justo al final, antes de ponerlas en las cápsulas.
Para que sea más fácil poner la masa en las cápsulas, yo utilizo una manga pastelera desechable sin boquilla, pero si no tienes puedes hacerlo con una cuchara, pero ojo, solo llénalas hasta sus 3/4 partes como hemos dicho.

Pongo cápsulas de magdalenas de papel, y las introduzco en las de silicona o en las bandejas de cupcakes para que sujeten el papel, no se abran y se expandan a lo ancho, porque lo que queremos es que suban a lo alto. A mi lo que mejor me funciona son las flaneras metálicas. Pero he realizado con las de silicona y también quedan muy bien. Conseguir el copete grande de verdad, no es fácil. Aunque no lo creáis, las primeras que hice fueron las de mayor copete, a partir de ahí, copetín.

Otro truco imprescindible para lograr que las magdalenas suban es que haya mucho contraste de temperatura entre la masa y el horno al principio del horneado. Es por eso que metemos la masa en el frigorífico, y precalentamos el horno a mucha temperatura.

En esta receta, el horno es la parte más importante, por ello, debes llevarte bien con él y conocerle mucho. En mi caso, después de muchas pruebas debo ponerle algo más de tiempo de lo que indica la receta para el horneado, y no uso el aire. Te aconsejo que pruebes primero tal y como está indicado y posteriormente me cuentes cómo te han quedado para comentarte cambios si se necesitaran.