Hace bastante tiempo que no publico en la página receta ninguna, y voy a romper este tiempo compartiendo unas galletas craqueladas negras, pero en este último mes he tenido que pasar por una situación bastante compleja, y a la vez mi ordenador personal dejó de funcionar (como os contaba en Facebook, un virus lo arrasó todo!!!). Pero hoy no podía dejar de hacerlo porque estamos de celebración. Hoy hace tres años que nació este «Caldillo Colorao». Quién nos iba a decir a la familia Caldillo que iba a crecer tanto como ha crecido!!! y todo gracias a vosotros: Más de 130.000 visitas, 165 recetas publicadas, 120 suscriptores y todo vuestro cariño que es muchísimo.
Pero me vais a permitir que felicite especialmente, al alma de la familia Caldillo, Mamá Caldillo. Ella ha sido, es y será, una madre especial, cariñosísima y generosísima con todo el que se acerque a ella, y con una vocación del cuidado de los demás, pero sobre todo de los suyos, tan grande como intensa. No sé qué sería de mi vida sin ti mamá (y papá también que no se me olvida), hoy más que nunca te quiero con el alma!
Y ahora, al lío, que me pongo ñoña…
No suelo realizar yo muchas galletas, simplemente porque me las como y, ya os digo yo que, falta no me hacen. Pero … no me pude resistir a realizar éstas.
Me parecieron especialmente sencillas, tenían una pinta de morirse y para rematar, eran de chocolate… Lo dicho, imposible decir no a probar. Y me alegro de haberlo hecho porque ahora ya tengo otra receta de esas que se regalan, de esas que con un bonito envoltorio se pueden llevar a casa de unos amigos, y oir los mmmmmmmm…. y los «qué ricas están».
Os recomiendo que las probéis y me digáis si es así o no!